jueves, 13 de noviembre de 2014

El teatro romántico.

En el siglo XIX, el teatro muestra unas características específicas, entre las que figuran:

-Rechazo de las reglas neoclásicas de unidad de acción, lugar y tiempo.
-Temas legendarios, históricos y novelescos.
-Los autores trasladan a escena su visión romántica de la vida: amores imposibles por encima de los convencionalismos sociales, libertad, rebeldía, suicidios..
-Ambientes fuera de lo común: escenas nocturnas, castillos, cementerios..
-El objetivo es conmover al espectador.

Existen dos obras a destacar:

Don Álvaro o la fuerza del sino (1835) del duque de Rivas.
Don Álvaro, un indiano rico y misterioso que vive en Sevilla, tiene un romance con doña Leonor, hija del Marqués de Calatrava. Como éste no aprueba esos amores, don Álvaro decide raptar de su casa a doña Leonor. En la huida de los amantes, el Marqués muere accidentalmente. Este hecho da inicio a la tragedia de los protagonistas. Los enamorados desaparecen. Doña Leonor vive oculta durante un año, de modo que todos, incluso don Álvaro, la creen muerta. Después, se retira al monasterio de los Ángeles, en Hornachuelos.

Don Álvaro viaja a Italia. Los dos hijos del Marqués, don Carlos y don Alfonso, han jurado vengar la muerte de su padre y salen en busca del indiano. En Veletri se encuentran y reconocen don Álvaro y don Carlos, lo que lleva a un duelo donde perece don Carlos. Don Álvaro sobrevive y se refugia en el convento de los Ángeles, en España, donde vive como fraile durante cuatro años. Por su parte, don Alfonso, que había viajado a Perú, descubre toda la verdad sobre don Álvaro y regresa a buscarle. Segundo duelo obligado, en el cual cae herido don Alfonso. Ambos descubren que doña Leonor vive en la cercana ermita, y don Alfonso, creyéndola cómplice de don Álvaro, la mata. Para don Álvaro, la única escapatoria a su destino es el suicidio, de modo que se arroja desde la montaña diciendo: «Yo soy un enviado del infierno, soy el demonio exterminador».

Don Juan Tenorio (1844) de José de Zorrilla
La obra narra las peripecias de don Juan Tenorio, un joven caballero entregado a una vida desenfrenada de apuestas, amoríos y duelos. El comienzo de la trama es de hecho una apuesta entre él y otro joven por ver quién en un año hace más maldad con más fortuna. Esto a su vez desencadena otra apuesto a ser posible más descabellada que consiste en que don Juan consiga seducir a una joven novicia, doña Inés, y a la prometida del otro joven. Don Juan con gran maestría va consiguiendo todo lo que se propone, pero cada vez su alma se va perdiendo más y más. Al final de la obra debe de enfrentarse literalmente a sus fantasmas y solo el amor que por él siente la joven Inés es capaz de salvarle de perecer eternamente en el infierno







El gran éxito que tuvo el teatro romántico en España se explica, en gran parte, por el fracaso de la dramaturgia neoclásica del siglo XVIII, que no caló en los gustos populares. Frente a las intenciones didácticas del teatro dieciochesco, los románticos pretendían emocionar al espectador.

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